Querida comunidad de LeBarón,
Hoy concluimos una etapa significativa en la vida de nuestros jóvenes de la Juventud de Israel. Este retiro ha sido un viaje de autodescubrimiento, un tiempo para que cada uno de ellos aprenda a conocerse a sí mismo, a sentir la profundidad de su fe y a descubrir el inmenso potencial que tienen para vivir una vida llena de felicidad y compromiso.
En el transcurso de estos días, hemos sido testigos de momentos de reflexión, de risas compartidas y de desafíos superados.
Nuestros jóvenes han explorado su fe con una sinceridad y profundidad que nos inspira a todos. Han descubierto que dentro de cada uno de ellos reside una capacidad increíble para crear, para soñar y para transformar su realidad.
Es nuestra esperanza más ferviente que las herramientas y lecciones de vida que han adquirido durante este retiro les acompañen siempre. Queremos que sepan que no están solos en este camino. Pertenecen a una comunidad que confía plenamente en ellos, que cree en su potencial y que está inmensamente orgullosa de su entrega y dedicación.
La historia de nuestra comunidad sigue escribiéndose a través de las acciones y decisiones de nuestros jóvenes. Ellos son los portadores de nuestra identidad y nuestra esperanza. Sabemos que, con la motivación y la fe que han cultivado aquí, podrán enfrentar cualquier desafío que la vida les presente.
A medida que regresan a sus hogares y retoman sus vidas cotidianas, les animamos a seguir transformando su entorno con su presencia y sus acciones. Sean siempre buenos hijos, hermanos y amigos. Afronten la vida con alegría, con valentía y con una fe que irradie hacia todos aquellos que les rodean.
Que esta experiencia les inspire a seguir adelante, sabiendo que su comunidad les apoya y les acompaña en cada paso del camino. Juntos, con la fuerza de su juventud y la sabiduría de su fe, podemos construir un futuro brillante y lleno de posibilidades.
Con todo nuestro cariño y esperanza